"Un momento" Me dijo ella, yo me quedé como un árbol plantado en medio del cemento, inamovible, encerrado en mi cuerpo mientras la medida de tiempo más subjetiva que tenemos me decía que debo esperar "Un momento". Retumbaba mi cabeza mientras la música caribeña de afuera se confundía con la jaqueca producto del tic tac colgado en algún lado de esta maldita casa.
"Un momento" y mi cuerpo enterrado y su cuerpo bailando por las marcas del tiempo que ella misma ha creado.
"Un momento"... ¿Cuanto es un momento? ¿Un minuto? ¿Diez minutos? ¿tres minutos con 47 segundos?
¿Cuanto puede ser un momento para ella que no sabe llegar tarde? ¿Cuanto es un momento para mí?
Mis manos impacientes buscan algo con qué distraerme y encuentran un cigarrillo ¿Cuantos momentos dura un cigarrillo en quemarse? ¿Cuantos momentos he perdido fumando cigarrillos? ¿Cuantos momentos me han quitado del futuro los cigarrillos del pasado?
"Un momento" dijo ella ¡Un maldito momento!
¿Cuantos momentos la he esperado?
El cigarrillo se acabó y este imbécil sigue esperando un momento a que llegue su momento de poder seguir adelante con su momentánea y simple vida.
Si la vida es un momento ¿Le he dado mi vida a ella en este momento? ¿Ella sabrá que le dí mi vida sin dudar?
Abro los ojos y después de esperar varios de mis momentos a los momentos de ella, me doy por vencido y decido despertar de este sueño erótico que por culpa del tiempo se ha vuelto pesadilla.
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