Se sienta frente al computador, lleva pijama de rayas negras con lunas en los pezones y un sol en donde se supone va el ombligo, toma aire y lo retiene en el vientre, abre la página de inicio de Blogger y con un parpadeo lento, quizás con una leve intención de cerrar los ojos y no abrirlos observa las nuevas entradas de los 27,5 blog's que sigue.
Son 27,5 porque hay un blog que sigue a escondidas, que no lo dice abiertamente, lo lee en las noches, sólo en las noches. Se pasa el día repitiendo las frases o recordando los colores de la última fotografía, mientras hay sol vive pensando en lo leído la noche anterior, vive pensando en lo que nuevo que podrá leer en la noche, vive pensando en la vida del otro, de esa persona que escribe, sin forma pero con sombra, sin voz pero con habla, sin conocerla pero sabiendo de ella todo lo que ella ha dejado saber de sí misma.
Los otros 27 blog's no importan de a mucho a diario, quizás encuentre en ellos una buena entrada, una buena reseña de alguna obra de teatro de alguna parte del mundo, alguna opinión política o algún grito desesperado de soledad de alguno de esos blog's suicidas que tanto inundan la red. Pero este punto cinco es especial, es el único que la hace sentir identificada, que parece ser un diario de ella sin ella ser quién lo escribe, es el blog de alguien que no importa en tanto ese alguien es igual a ella, es ella reflejada en las palabras de alguien.
Al principio, cuando lo encontró por casualidad mientras buscaba su nombre en Google, se topó con un blog con una entrada con su nombre que describía un día de su vida hace muchas vidas ahora, hace un tiempo cuando ella era distinta siendo la misma, era como leer su pasado por un presente extraño, cargado de otredad. Al principio fue miedo, un poco sentirse observada por algo o alguien, después sintió algo de morbo, de obseno en los actos del dueño del blog, después descubrió que era mujer porque así lo declaraba en una entrada y se sintió ella, se sintió igual, un reflejo dado en una pantalla. Ahora, cuando llega del trabajo directo al computador, revisa que hay una entrada nueva y se va a la ducha a pensar en lo nuevo que vendrá, busca en su vida momentos heroicos, momentos divertidos, momentos excitantes que puedan ser descritos esta noche. Sabe que publica al medio día, pero ella lo ha vuelto un ritual; salir de la ducha, hacer algo ligero de comida y sentarse empijamada a leer lo que tanto espera.
"Hoy no fue un buen día, hoy no logré lo que esperaba, hoy me acerqué a lo fatidico, al vacío de lo perdido, de lo que no existe, no se encuentra, hoy no fui más que una sombra de alguien que nunca he sido yo, hoy me he perdido y esta entrada ha sido la única forma de que usted querida lectora pueda hacer el papel de mi vida y me intente encontrar.
Vivo en la avenida San Cristóbal, estoy desnuda y he escrito esta entrada como única prueba de que no he sido sólo yo la única afectada. Usted, mujer igual que yo pero distinta, usted me conoce como nadie más, usted, la única que ha leído estas entradas a lo largo de este año, usted es la última persona que sabrá de mí.
Vivo en la casa 17 contando desde la esquina sur, reconocerá mi casa por no tener números afuera y una fachada limpia, traslucida en proyecto de caerse. Hoy la vi, sentada afuera de su oficina, se comía una galleta de ajonjolí y lo disfrutaba como si fuera un mangar de esos que nunca hemos probado. Intenté acercarme a su cuerpo, pero mi olor no me agrado para nuestro encuentro ¿Sabe cuanto llevo esperando verla? Pues más de lo que usted sabe.
Desde el colegio la conozco, desde la universidad la he amado, desde que empezó su trabajo como mesera en el restaurante de Carlos me ha obsesionado ¿Sabe que tengo un diario con su nombre el cual publico todas las noches sólo para usted?
Pero no se trata de historias tristes ni nada de eso. Usted es un amor imposible de esos que se convierte en letras que nadie lee, usted es mi blog y mi promesa de mejor persona, usted fue la última mujer que logré ver este día.
Ahora que sabe dónde vivo y dónde me encuentro desnuda esperando su presencia, ahora le pido que por favor este blog, ya nunca más lo lea.
Con amor, tu compañera en la clase de español en la que junta expusimos sobre las ventajas de la prosa sobre el verso, allá en el grado tercero."
Ella cierra el blog, apaga el computador y prende el televisor mientras piensa que hace mucho no ve televisión.
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