Texto original de un blog que tuve hace un tiempo, lo rescate y quise subir de nuevo
"Antes de que se confunda, usted no me gusta. ¿Cómo me podría gustar alguien a quién no conozco? Y precisamente por esa falta de gusto me atrevo a escribirle esta declaratoria de gusto. Perdone si no soy muy claro, pero mi mente es como la suya y como la de todos, una rama enredada entre cables eléctricos que produce ideas en desorden y en el caso de cada quién se ordena de forma distinta, pues bueno, mi mente no se aclara tan rápido como quisiera ni tan bien como pienso que es.
Usted, en su enormidad como ser, me gusta, tanto como me puede gustar cualquier otro ser, pero no de la misma forma. Uno quiere de muchas formas y de muchas formas lo quieren a uno. Ahora usted dirá "Él debe estar loco", pues bien quizás sí lo esté pero lo negaré ya que a todos les gusta decir que viven locos, pero nadie quiere vivir sus consecuencias. Entonces pues sí, me gusta pero no me puede gustar. En especial por la falta de conocimiento mutuo, usted me gusta porque no la conozco y conocerla no hará que me siga gustando ni lo inverso, conocerla sólo me hará reafirmar que las apariencias no engañan o que quizás sí.
Mujer, le escribo para decirle que me gusta, le escribo para decirle que me pierdo en su mirada a la distancia, distancia quizás tan irreal como lo es este papel donde escribo. Le comento de mi gusto por usted sin conocerla con la intención de que usted se fije en mí, o en mi escritura quizás, pero la idea es permanente, de que usted se quede perpleja con su mirada (bien hermosa que sí se ve que es) incrustada en este personaje que juega más a ser ficción que realidad.
Entonces nos encontramos con mi propuesta que más que propuesta es como una sugerencia un poco cercana al deseo de este chico y es la de una invitación, quizás no hoy ni mañana, quizás el fin de semana que viene o que va, quizás uno de estos días cualquiera en que usted se encuentre con los pies sobre el sofá, la mirada en el techo y las manos en su cabeza, jugando rayuela entre ellas.
Quizás ese día usted diga "Me acuerdo del loco al que le gusto, pero que no le puedo gustar por no conocerme" y le den deseos de llamarme, buscarme o sólo contar una de las historias de su vida (Yo tengo muchas para usted), y ahí poder hacer feliz a este chico el cual usted puede llamar un pretendiente más, aunque me gustaría que sólo me nombrara Su Futuro."
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